La definición más aceptada de las dificultades de aprendizaje es la de la Nation JointComitee on Learning Disabilities (1988), que propone que dificultades de aprendizaje es “un término genérico que se refiere a un grupo heterogéneo de trastornos, manifestados por dificultades significativas en la adquisición y uso de la capacidad para entender, hablar, leer, escribir, razonar o para las matemáticas.
Estos trastornos son intrínsecos al individuo, y presumiblemente debidos a una disfunción del sistema nervioso, pudiendo continuar a lo largo del proceso vital.
Aunque las dificultades de aprendizaje se pueden presentar concomitantemente con otras condiciones de discapacidad o con influencias extrínsecas, no son el resultado de dichas condiciones o influencias.”
El término dificultades de aprendizaje engloba problemas en las siguientes categorías:
- Problemas Escolares (PE).
- Bajo Rendimiento Escolar (BRE).
- Dificultades Específicas de Aprendizaje (DEA).
- Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH).
- Discapacidad Intelectual Límite (DIL).
Esto comprende a aquellos alumnos que recibiendo una educación formal adecuada con medios técnicos y profesionales normales, a pesar de que dedican un esfuerzo razonable, no consiguen obtener un rendimiento académico aceptable. O bien, aquellos que consiguen un rendimiento académico aceptable a costa de un gran esfuerzo de dedicación o con la ayuda de medios técnicos, materiales o profesionales excepcionales.