La adaptación a las características específicas del menor y a los factores contextuales es necesaria para lograr los objetivos de la intervención:

• Disminuir o eliminar problemas asociados al retraso o ausencia de habilidades propias de la adolescencia y juventud.
• Favorecer un adecuado desarrollo de habilidades, hábitos, actitudes y aptitudes adaptadas a las características personales y sociales del menor.
• Aumentar los recursos personales y sociales, favoreciendo el desarrollo pleno y la integración social.
• Promover la competencia social y el desarrollo de un autoconcepto y autoestima adecuado.
• Abordar las necesidades que pueda presentar la familia o cuidadores principales del menor derivados de su situación.

Para atender las necesidades de la etapa de adolescencia y juventud el procedimiento que se lleva a cabo desde nuestro centro comprende:

• Detección de necesidades y evaluación de las mismas.
• Elaboración de informes psicopedagógicos.
• Diseño del plan de intervención específico.
• Intervención especializada.
• Seguimiento y orientación familiar.